UN NOMBRE MUY BIEN PUESTO: “LA CIUDAD DEL PECADO” Publicado el 30/06/2022 Por Dios

UN NOMBRE MUY BIEN PUESTO: “LA CIUDAD DEL PECADO”

Estados Unidos es un país de altítismo contrastes. Es frecuente encontrar sociedades de total permisividad en cuestiones sexuales, y otras de carácter muy puritano y represivo con las cuestiones carnales. En el primero de estos extremos ubicamos naturalmente a la célebre “Meca del juego”… y del sexo. Y por cierto que el trabajo sexual en Las Vegas tiene muchas particularidades.

Variedad y cantidad

Esa ciudad donde “se queda todo lo que pasa en ella”, según el dicho popular, presenta una oferta sexual tan variada como la del juego: prácticamente infinita.

El sitio especializado https://www.wikisexguide.com indica que el trabajo sexual en Las Vegas es ilegal. Pero está tan tolerada que si fuera legal no se notaría la diferencia. Enlista tal cantidad de prestaciones de sexo que causan vértigo. Prostitución, escorts y acompañantes femeninas y masculinos, webcams sexuales, burdeles legales, zonas rojas, sex shops, cabarets y clubes eróticos. Todo.

En los papeles, el trabajo sexual en Las Vegas es ilegal a menos que se concrete en burdeles autorizados. Eso sucede en 10 de los 16 condados del Estado. Pero en la realidad cotidiana, el panorama es muy distinto.

Un dato llamativo es la gran cantidad de burdeles legales que se ubican en condados menores alrededor de la ciudad. Son más de 30, algunos enormes y bastante famosos, en poblados como Reno, Carson City y Nye County.

Se forma así un circuito de prostíbulos que rodea a la gran capital. Por él circulan casi tantos visitantes como entre los gigantescos hoteles-casino que le han dado fama mundial.

De la habitación al club, en Limusina

Abundan las empresas que podríamos llamar “de turismo receptivo temático”, y que ofrecen “combos” con servicios como:

  • Paquetes para despedidas de solteros
  • Paquetes para una “noche de solteros” (obviamente dedicados a hombres casados)
  • Paquetes de fiesta de cumpleaños
  • Servicio “de botella” (entrada VIP a discos y clubes para adultos, sin hacer fila. Con mesa o cabina reservada y una botella de champagne de primera marca, mas cerveza ilimitada por dos horas. También hay acceso a las “fiestas de piscina” que frecuentemente organizan esos clubes)
  • Hay paquetes para mujeres, especialmente en ocasión de despedidas de soltera, con shows de strippers masculinos, obviamente.

Siempre, o casi, se incluyen traslados en limusina, un anfitrión “VIP”, y cenas a la carta, según el lugar elegido. Todo en unas ocho horas de servicio, en promedio.

Sex Not Included

Nada de esto incluye prestaciones de escorts. Pero cada visitante puede acordar con quienes ejercen el trabajo sexual en Las Vegas, sean acompañantes femeninas o masculinos independientes, “por fuera” de los paquetes. Los múltiples atractivos de esta “capital mundial del entretenimiento” atraen tanto a trabajadoras y trabajadores del sexo como a quienes demandan sus servicios.

Por eso es un importante destino para despedidas de soltero, y es habitual contratar bailarinas, strippers y demás artistas para fiestas privadas en suites de hoteles. Cada acompañante establece su propio precio, y en general hay una tarifa a pagar por adelantado para que vayan a las habitaciones de hotel. Ahí se acuerdan el resto de los servicios.

Un escándalo, dos libros, varias verdades

En 2012, el ambiente del deporte de alta competición en Estados Unidos se vio conmovido por un escándalo de grandes proporciones. Fue por una prestigiosa atleta que había representado al país en tres olimpiadas y con siete medallas en atletismo. Ella confesó haber trabajado en una agencia de escorts de lujo en Las vegas. Estuvo entre las escorts viviendo esas historias sobre Nevada y las famosas fiestas en Las Vegas.

Suzy Favor-Hamilton reconoció sus problemas de adicción, bipolaridad y manías que la volvieron tan hiper competitiva como hiper sexualizada. Y lo contó en su libro best seller “Fast Girl: A life spent running from madness” (“Chica veloz: Una vida huyendo de la locura”). Trabajó en la agencia de escorts de lujo “Haley Heston Primate Collection” con el seudónimo de Kelly Lundy.

Poco después, otro libro echó más luz sobre estos asuntos. Fue el de qquien dirigía la agencia de escorts donde se empleó la atleta, Jami Rodson. Publicó “The Las Vegas Madam: the Escorts, the Clients, the Truth” (“La madama de Las Vegas: las escorts, los clientes y la verdad”)

Ese libro cuenta sus vivencias y opiniones como una de las “madamas” más importantes en el mundillo del trabajo sexual en Las Vegas. Y agrega un punto de vista sociológico con datos que descorren velos sobre estos lugares y profesiones tan particulares, en una ciudad especial.

Sin dar nombres, dice que para saber quienes eran sus clientes, no hay más que ver una revista “Fortune 500” o “Forbes”, que allí aparecerán. Así decía que eran todos ricos y poderosos.

Criada en el seno de una familia muy conservadora de Oregon, estudió antropología y sociología, y fue a “la ciudad del pecado” en unas vacaciones. Pero se tentó con el trabajo sexual en Las Vegas y se quedó por 10 años. Fue camarera, stripper, escort y finalmente directora de una agencia “Top”.

En su libro explica como se naturalizaba el trabajo de escort entre las chicas jóvenes de Nevada. “Para mis amigas y para mí, hacer de escort era más lógico y a menudo más seguro que tener un romance. Éramos jóvenes y vivíamos en una ciudad donde las aventuras de una noche eran normales después de una fiesta. Conocíamos a hombres poderosos y ricos que nos trataban bien y respetaban lo que hacíamos”.

“Buscan a las escorts en lugar de tener amantes porque es más seguro y barato. Y no nos parecía una mala elección de carrera: Haces un montón de dinero por tener una cita, ir a restaurantes caros y llevar ropas bonitas”, concluye, con total lógica. Es una de las mejores historias en Nevada sobre Las Vegas y sus fiestas.

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