السياحة الجنسية: كيف وأين وما هي؟
آل “turismo sexual” a menudo se lo presenta como nocivo, delictivo y causante de la explotación de mujeres o menores de cualquier sexo. No es así siempre, necesariamente. Aunque se supone que es más frecuente en determinados lugares, teniendo un mínimo de sinceridad no puede negarse que es algo que sucede en todo el mundo.
Como sea, el turismo sexual es una industria que mueve millonadas de dólares, con legiones de trabajadores del sexo en todo el mundo. Debemos distinguir cuando la práctica sea legal o ilegal, que estará determinado por las leyes locales, si es una práctica consensuada o hay menores afectados.
Se debe diferenciar dentro de los países: En Estados Unidos no es lo mismo Salt Lake City (Utah, dominado por religiosos estrictos) que Las Vegas, conocida como “La ciudad del pecado”. Es decir, que es un tema sumamente delicado y complejo.
Seguramente cualquiera de nuestras escorts amigas han atendido a extranjeros varios, pero no por eso se puede hablar de “turismo sexual”; no se trata de un viajero que decide tener una “alegría” lejos de casa para aflojar tensiones; debe tratarse de una actividad con muchos participantes consuetudinarios, con líderes y con determinada interacción del Estado, sea tolerándolo o permitiéndolo abiertamente.
Donde es más frecuente
Como decimos, hay lugares en que es más común y se considera una actividad económica de primer orden. Supuestamente son:
Turismo sexual en Sudamérica:
- República Dominicana: Allí la prostitución es legal; hay entre 60.000 y 100.000 dominicanas que trabajan en el comercio sexual de esta pequeña nación caribeña.
- Brasil: Habría más de 3.500 sitios de Internet que promocionan el turismo sexual en el gigante sudamericano. Río es “La ciudad de los solteros”, por lo difícil que se hace allí ser monógamo, dicen. "Inolvidables vacaciones eróticas en la bella y encantadora Río de Janeiro, la costa sudeste de uno de los países sexualmente más festivos del mundo”, leemos. Allí las autoridades no fomentan la prostitución, y cierran diversos portales. Pero de nada sirve; el turismo sexual carioca prospera y acrecienta su fama mundial.
Turismo sexual en Europa:
- España: También en este país tan cercano a nosotros en lo cultural y afectivo, la prostitución es legal, y muchas ciudades tienen su “barrio rojo”. Los más populares son los de las ciudades con mayor afluencia de turismo: Madrid y Barcelona, con gran participación de trabajadoras sexuales latinoamericanas.
- República Checa: Con la caída del muro de Berlín, la capital de esta nación (Praga) antes bajo la Unión Soviética, se ha convertido en un imán para el turismo que recorre Europa en busca de placeres carnales. Allí la prostitución es legal, pero no si está organizada en redes. La policía estima que hay más de 860 prostíbulos en la República, de los cuales 200 están en Praga. Hay burdeles en las rutas hacia Austria y Alemania, y para algunos turistas de esos países en viajes de fin de semana a Praga, también se incluyen visitas a establecimientos eróticos. Hay unos 200 sitios web de servicios de prostitución basados allí, para que los turistas sexuales hagan reservas de prestaciones antes de llegar.
Turismo sexual en Asia:
- Tailandia: Bangkok es la ciudad que más turismo sexual recibe al año en todo el mundo. Para sus habitantes la prostitución no es un delito sino una “herramienta cultural”. En Tailandia habría más de 3 millones de “sexoservidores”. Y (aquí tenemos un problema, al menos según nuestra idiosincrasia occidental) la mayoría son menores de edad.
Conclusión:
Haciendo abstracción de los posibles aspectos delictivos de esta actividad (que, recordemos, dependerá de la legislación de cada país) el turismo sexual no se puede considerar demasiado diferente del turismo de aventura, del cultural, o del enológico, ni del gastronómico.
En todos los casos, siempre significa conocer y experimentar nuevas sensaciones, accediendo a lo que no se tiene (o está prohibido) en el lugar de origen de los viajeros. Y para muchos países es tan importante el turismo sexual que reciben como para otros lo es el que llega gracias a sus atractivos gastronómicos o paisajísticos, culturales o arquitectónicos.